Promover la participación
Los niños y las niñas tienen derecho a expresar libremente su opinión sobre cualquier cuestión que los concierna y su opinión debe ser tenida en cuenta. (art. 12 Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de la ONU, 1989)
Garantizar la autonomía
La Convención de la ONU reconoce a niños y niñas el derecho a jugar (art. 31) y el derecho a un nivel de vida tal que consienta su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social (art.27). La recuperación de una relación autónoma con el contexto urbano garantiza tales derechos
Derecho a jugar
Niños y niñas tienen derecho a descansar y a disfrutar del tiempo libre, a jugar, a realizar actividades recreativas y a participar libremente en la vida cultural y artística
(art. 31)
Red internacional
Es un espacio de encuentro, intercambio de experiencias y definición de estrategias comunes con el objetivo compartido de realizar y reforzar el proyecto de un entorno urbano a medida del niño
Actividad investigadora
En colaboración con varios organismos y universidades, el laboratorio internacional desarrolla actividad de investigación en dos líneas principales: los efectos que la participación y la movilidad autónoma de los niños en el entorno urbano provocan en los niños y en el ambiente
Instrumentos y materiales
Una “caja de herramientas” para ayudar a las ciudades y a los ayuntamientos interesados a conocer y desarrollar el proyecto
La red internacional está conformada por más de 100 ciudades del mundo. Descubre cómo se desarrolla el proyecto en las diferentes ciudades
Las ciudades que forman parte de la Red Internacional
Noticias y eventos en evidencia


A favor de las niñas y los niños
No hay responsabilidad más sagrada que aquella que el mundo tiene hacia los niños. No hay deber más importante que garantizar que sean respetados sus derechos, que su bienestar sea tutelado, que sus vidas estén libres de miedos y necesidades y que ellos puedan crecer en paz. .
Kofi Annan Político y diplomático ghanés
Los juegos de los niños no son juegos y debemos considerarlos como sus acciones más serias.
Michel De Montaigne filósofo